viernes, 21 de octubre de 2011

La muerte de GADAFI

Otros testigos del final de Gadafi han dado a Reuters una versión similar a la aportada por Bakeer, pero uno de ellos, Omran Jouma Shawan, ha añadido que al coronel lo hirió en el pecho uno de sus propios hombres.
Ya bien entrada la noche de ayer, el jefe del Consejo de Nacional de Transición, Mahmud Jibril, daba su propia (y oficial) versión. "Cuando fue localizado [Gadafi] gozaba de buena salud y llevaba un arma", aseguró. Según Jibril el derrocado presidente libio habría sido traslado entonces a un vehículo todoterreno que se vio envuelto en un intercambio de disparos a consecuencia del cual el exdictador murió de un disparo en la cabeza.

La comunidad internacional ha coincidido en señalar que la muerte de Gadafi supone el inicio de una nueva etapa en Libia. Francia es uno de los países que más se ha implicado en derrocar la dictadura. "La muerte de Gadafi cierra una página para los libios y señala el inicio de un proceso democrático", ha declarado en un comunicado el presidente francés, Nicolas Sarkozy, y ha añadido que es el momento de la "reconciliación en unidad y libertad". El primer ministro británico, David Cameron, ha reaccionado recordando a las "víctimas del coronel Gadafi".
El presidente estadounidense, Barack Obama, ha destacado que el final del dictador libio es “el destino inevitable” que pueden esperar todos aquellos que se empeñan en “gobernar a sus pueblos con puño de hierro”, informa Antonio Caño. La secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, exclamó un "¡wow!" de sorpresa cuando se enteró de la captura de Gadafi. Clinton dijo hoy en una entrevista concedida a la cadena CBS en Kabul que la muerte del dictador "no garantiza el fin del conflicto" en Libia.
 “Desde el 17 de febrero Gadafi había dicho a sus colaboradores que moriría en su país”, asegura Moncef Ouannes, profesor de la Universidad de Túnez y autor de varios libros sobre Libia. “Rechazó negociar con los insurgentes que en dos ocasiones le ofrecieron una salida digna”, añade. “Era un auténtico beduino y los beduinos no se van nunca de su tierra”.
Ouannes se pregunta ahora si la desaparición de Gadafi no va a “acrecentar la lucha por el poder en el CNT entre las facciones islamistas, mayoritarias entre los rebeldes, y los liberales”. "Probablemente será así y probablemente ganarán las primeras y tendremos a una Libia pintada de verde durante al menos una década”.
La muerte de Gadafi ha coincidido con la caída de Sirte, su ciudad nataly el último bastión de la resistencia a las fuerzas del CNT. Durante la toma de esa ciudad de 75.000 habitantes ha muerto Moatasim, un hijo de Gadafi, y ha sido detenido el jefe de la seguridad interior, Mansour Daou, y algunos jerarcas más del antiguo régimen. También ha muerto Abu Baker Yunis Jaber, jefe del Estado Mayor del Ejército durante 40 años, que se encontraba con el coronel, informa Reuters.
El ministro de información del Gobierno provisional libio, Mahmud Shamam, ha confirmado el fallecimiento de Mutasim. “[Ha muerto] con su padre. Puedo confirmarlo”. También se han difundido unas fotografías de su cadáver. Un periodista de Reuters afirmó horas antes haber visto un vídeo en el que se ve, tumbado en una cama, con barba y la camiseta llena de sangre, a Mutasim Gadafi. Estaba malherido, pero vivo en el momento en que se grabó el vídeo. Saif el Islam, el hijo que iba a heredar el cargo, sigue huido.
El asalto a los últimos barrios occidentales de Sirte duró, la pasada madrugada, apenas 90 minutos. El cerco se ha alargado durante más de un mes, ha provocado cientos de muertos y ha arrasado una ciudad en cuyo centro no queda un edificio en pie. Corrió a cargo de unos 9.000 milicianos que disponían de unos 1.500 vehículos equipados con ametralladoras y cañones sin retroceso.
 Enfrente tenían a los más leales a Gadafi como los restos de la brigada de élite Khamis, algunos exresponsables del aparato de seguridad y un puñado de mercenarios. Todos estaban convencidos de que si caían en manos de sus enemigos serían degollados. De ahí su feroz resistencia.
Aunque estaban desplegadas por toda la ciudad, las fuerzas fieles a Gadafi se concentraron preferentemente en los barrios del Oeste porque su población, en parte procedente de Beni Walid, les era más favorable. Las milicias del CNT empezaron su asalto en septiembre por el oeste y no pudieron avanzar un ápice hasta que optaron por otro ángulo de ataque.
Esas razones explican, en buena medida, la tardanza en tomar Sirte. Con su conquista, los que se sublevaron en Bengasi hace ocho mesescontrolan ahora toda la Libia útil aunque es probable que se les escape aún alguna pequeña porción de desierto.


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