La profesora despedida por el obispo no volverá a dar clases pero cobrará 50.000 euros

Después de dos aplazamientos, el representante de la Fiscalía se presentó en la vista que dirimía la forma en la que aplicar el fallo del Tribunal Constitucional que declaró nulo el despido por parte de obispo de Almería de la profesora de Religión, Resurrección Galera en 2001. El Ministerio público asumió ayer que resulta "imposible" su readmisión, tal y como pretendía la docente, toda vez que su plaza "ya está ocupada por otra persona". No obstante, fijó en 157.287,10 euros los salarios que deberán serle satisfechos a los que habrá que deducir los "rendimientos percibidos por trabajo desde el momento de su despido y que según Johanes Romes, marido de la maestra "se podrían quedar en unos 50.000 euros como mucho", ya que habría de restarse también las prestaciones por desempleo. 

En la sesión celebrada ayer, la Fiscalía se aferró a la modificación de la regulación laboral de los profesores de Religión para argumentar la imposibilidad legal de su readmisión, algo en lo que coincide con la Abogacía del Estado que representaba los intereses de un Ministerio de Educación que deberá correr con el pago de una indemnización de la que ha abonado ya 32.921 euros correspondientes al año que fue despedida. 

El representante de la Iglesia aseguró al tribunal que considera que "con el pago de esta cantidad se darían por cumplidas" las obligaciones con la profesora, aunque insistió en que la resolución debería esperar hasta la resolución del recurso de amparo ante el Constitucional que, según su opinión, "no revocaba la idoneidad de la maestra para la enseñanza religiosa". Según su dictamen, Resurrección Galera "no puede impartir Religión y Moral Católica, toda vez que no profesa voluntariamente los dogmas de esa fe", especialmente en su "concepción muy determinada del matrimonio" que al parecer la profesora "no cumplía". 

Johanes Romes, marido de Resurrección aseguró a Diario de Almería que la vista, "no por ser más esperada, ha sido más decepcionante", toda vez que su mujer "lo que más quiere en este mundo es volver a impartir clases; eso es algo que siempre hemos defendido y que continuaremos haciendo". Sobre la cantidad a percibir, la cifró, una vez aplicadas todas las deducciones, en "unos 50.000 euros como mucho, no en los más de 150.000 que ha dicho la Fiscalía, algo que no compensa todo lo que hemos pasado".