viernes, 15 de junio de 2012

Los Hermanos Musulmanes avisan: "el juego sucio" llevará a una revolución


El candidato del movimiento islamista Hermanos Musulmanes en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales que se celebran este fin de semana, Mohamed Morsi, ha advertido este jueves de que el "juego sucio" que ha permitido que el ex primer ministro Ahmed Shafiq también concurra a los comicios podría llevar a "una enorme revolución".
   En rueda de prensa, Morsi ha asegurado que la decisión del tribunal que ha anulado la ley que hubiese revocado la candidatura de Shafiq --el último primer ministro en el régimen de Hosni Mubarak-- y ha provocado la disolución del Parlamento demuestra que hay "algunos que intentan y luchan por hacer el mal contra el pueblo egipcio".
   El candidato presidencial de Hermanos Musulmanes ha reaccionado así a la decisión judicial de permitir la candidatura de Shafiq, un fallo que también ha incluido la anulación del reparto de un tercio de los escaños del Parlamento y la consiguiente disolución de las dos cámaras.
   La conferencia del candidato de Morsi ha tenido lugar pocos minutos después de que Hermanos Musulmanes convocara una reunión de emergencia para responder a la decisión del tribunal. "No vamos a volver a la corrupción que hubo durante la era de Mubarak. El régimen de Mubarak está constantemente intentando reinventarse", ha dicho Morsi.
   El candidato islamista ha asegurado que el régimen de Mubarak tendrá que enfrentarse a la población si quiere seguir por ese camino y ha subrayado que la revolución debe continuar, llegando incluso a asegurar que, en caso de que las cosas vuelvan a donde estaban, pagará con su vida por la revolución.

NUEVO JUICIO CONTRA MUBARAK

   Por otra parte, ha prometido que Mubarak y sus acólitos volverán a ser juzgados. "No pueden ser exonerados de sus crímenes contra nuestros mártires. Iremos tan lejos como podamos, y si el antiguo régimen intenta levantarse, la revolución será más dura esta vez", ha recalcado.
   Mubarak y su antiguo ministro del Interior, Habib al Adli, fueron condenados a cadena perpetua por su complicidad en la represión que se cobró más de 800 vidas durante las protestas que acabaron con su derrocamiento en 2011.  
   La corte, dirigida por el magistrado Ahmed Refaat, ha absuelto no obstante a los hijos de Mubarak, Alaa y Gamal, acusados de corrupción, y a seis ex comandantes policiales que conformaban el núcleo duro de seguridad del Ministerio del Interior.
   De estos últimos, cuatro eran subordinados directos de Al Adli: Hassan Abd El Rahman (ex vice ministro del Interior y ex jefe de Seguridad del Estado), Adli Fayed (ex vice ministro de Interior y ex jefe de Seguridad General), Ahmed Ramzy (antiguo jefe de las Fuerzas de Seguridad Centrales) e Ismail al Shaer (ex director de Seguridad para el Cairo). Los otros dos son los ex oficiales ministeriales Osama al Marassy y Omar Faramawy.
   De igual modo, tanto Mubarak como al Adli fueron absueltos de los cargos de corrupción y desvío de fondos públicos de los que se les acusaba. El tribunal argumentó que estos cargos han prescrito, al haber ocurrido presuntamente hace 10 años. También fue absuelto Husein Salem, detenido en Madrid el pasado 17 de junio, del cargo de presunto blanqueo de capitales del que se le acusaba.  

REVOLUCIÓN EN LAS URNA

   Durante su rueda de prensa, Morsi ha manifestado que no hay más opción que "la revolución en las urnas" y ha pedido a la población que se mantenga unida en torno a "la revolución, la entrega del poder y el fin del periodo de transición", según ha informado el diario egipcio 'Al Masry al Youm'.
   El candidato de Hermanos Musulmanes ha garantizado que hará todo lo que sea necesario para evitar que las elecciones sean amañadas y ha comunicado que cientos de jueces se han dirigido a él para prometerle que harán todo lo posible para que los comicios reflejen lo que Morsi ha tildado de "la voluntad de los musulmanes".

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